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Club de Esquí Caja Rural Granada

Caja Rural Granada

LAPIAZ Y CHARCOS DE LA SIERRA DE LOJA

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25-03-2023 - SENDERISMO

Hora y lugar de Salida: 8:00 horas   – Puerta 00 del Palacio de los Deportes

Desplazamiento: Vehículos propios

Distancia: 17,16 km.

Datos Técnicos: Desnivel positivo y negativo: 606,40 / 605,70 m.

                                 Punto más alto: 1624,40 m.

                                 Punto más bajo: 1336,00 m.

Tipo de terreno: Carril, sendero y vereda.

Dificultad: Alta

Tiempo estimado: 6,30 / 7 horas

Hora de llegada a los coches: 17:00 horas, aproximadamente.

Como llegar desde GranadaTomando la Autovía A-92, con dirección Málaga, abandonándola en la salida 197, hasta la localidad de Salar, en una media hora. Y ya desde aquí, acceder al punto de partida, en donde dejaremos los coches estacionados, en la Majada del Cantón. Recorriendo para ello, y antes, desde el pueblo de Salar, unos 14 km. Algo más de la mitad, aproximadamente de asfalto; y el resto, de carril carretero. Camino, por cierto y con acierto, que han arreglado hace poco; por lo que con cualquier turismo, de momento, se puede subir sin mayor problema

DESCRIPCION DE LA RUTAPartiendo desde el punto indicado, en la Majada del Cantón, justo en donde se cruzan los caminos de Loja, Alhama y Salar, a una altitud de 1.332 m.; subiendo hoy hasta una altura máxima de 1.642 m (cima-vértice geodésico del Cerro de las Cabras), por lo que los desniveles a salvar en este recorrido son pequeños y se irán intercalando con llanos.

Siendo la roca, la carbonatada principalmente, el componente principal de esta sierra; cuya disolución con el agua de lluvia, a lo largo de los siglos, ha formado este paisaje tan llamativo. En donde podemos encontrarnos, además, con las principales formas de morfología kárstica (cuevas, abrigos, dolinas, uvalas, poljes, etc.). Considerándose, por ello, esta sierra el más complejo modelo de holokarst de la provincia de Granada y el impluvium de un importante acuífero. Acuífero que vierte en su parte norte en la ciudad de Loja, apareciendo numerosos manantiales en esta zona tales como el Terciado, la Adena, el Frontil, el Manzanil, Riofrío, etc.

Estando el terreno marcado por la roca calcárea, cuarteada y disuelta; generando, a nivel paisajístico, multiplicidad de formas laberínticas, aristas cortantes, pequeñas depresiones hundidas y grandes superficies intransitables, lo que proporciona la sensación de entorno exótico e inhóspito, con esa belleza tan singular.

Dejamos atrás otras Majadas, como la del Rey Peñón y los Marmolillos, mientras vamos caminando entre un paisaje de lo más puro y natural, que se va alternado con bonitas zonas de prados y algunos “aljibes” que hay a lo largo y ancho de esta sierra, fundamentales para la explotación ganadera, ya que la escasez de lluvia durante el verano llega a secar la mayoría de los charcos, otra de las rarezas y sorpresas de esta sierra. “Charcos”, tal y como se conoce a estas láminas de agua y/o nacimientos estacionales cerrados, asociados a afloramientos de rocas impermeables, (en este caso a las margas del cretáceo); que son vitales, como se ha dicho, además de para el ganado local, para el resto de fauna silvestre y escasa vegetación, que de ellos depende. Ubicados todos dentro del Complejo de las Lagunas de la Sierra de Loja y Zafarraya y de gran valor por su rareza o representatividad. Algunos de ellos muy conocidos, tales como el del Ranchuelo, el primero que visitamos en nuestro recorrido, que constituyó uno de los varios emplazamientos de los acuartelamientos que la Guardia Civil tuvo en esta sierra durante la postguerra para controlar el movimiento de la "gente de la sierra", de los que solo quedan los montones de piedras como testigos. El “Charco del Negro”, la lámina de agua más importante y conocida, y que visitamos seguidamente al anteriormente comentado. Charco que anda situado en esta zona aplanada de la Sierra de Loja, en donde tiene su hábitat el Gallipato (Pleurodeles waltl), un reptil-anfibio-tritón grande, singular y endémico del centro y sur de nuestra península ibérica y llanura costera de Marruecos, que se encuentra en lugares de litología caliza, a partir de los 700 m.a. Considerado además como el mayor anfibio urodelo de Europa; presente en la mitad occidental de nuestra provincia, incluyendo la Vega de Granada, desde Pinos Puente hasta Loja.
Destacando otras especies de anfibios tales como la Salamandra común, Rana verde, Sapo partero y Tritón; así como un buen cupo de reptiles, como las Culebras de escaleralisa meridional y viperinaLagartijas cenicienta y colilarga. Toda una variedad de peces autóctonos y alóctonos, nadando a sus anchas por su red de ríos y arroyos. Un buen número de aves (rapaces y pequeña avifauna): Águilas real, imperial ibérica y calzada; Halcón peregrino; Chotacabras pardo; Chova piquirroja; Churruca capirotada y Roquero solitario entre otros), que vuelan surcando sus cielos. Sin olvidarnos de los mamíferos, claro, como la Cabra montés, zorro, jabalí...y otras especies como la Garduña, Gato montés, Gineta, Lirón careto, Musaraña común, tejón, topillo, conejo, liebre, etc.etc. Que andan, corren, vuelan, nadan y saltan ocupando todos sus pisos bioclimáticos y hábitats.  Pero volvamos al camino de nuestros pasos.

Marchando a continuación por la Sierra de las Cabras, junto a “Los Molinos” (aerogeneradores), desde donde tenemos las mejores vistas del recorrido. Vistas de 360º a la redonda, valga la redundancia: Gibalto, El Chamizo, Peña de los Enamorados, el Torcal de Antequera, sierra de Archidona, Sierra de las Nieves, Pantano de Iznájar, la Tiñosa, Cerro Hacho, Parapanda, Sierra Mágina, Sierra de Cogollos, Arana y algunas sierras del Parque Natural de Huétor, Sierra Nevada, Almijara, Tejeda, enclave del “Boquete de Zafarraya”, y en días claros, hasta el mar Mediterráneo.

Visitamos seguidamente Cueva Horá (Horadada), cavidad natural con dos estradas-salidas, según se mire, de ahí su nombre, en pendiente y enclavada entre unos tajos junto al carril carretero que los circunda, formada por la erosión del agua que fluye, en dirección oeste, desde el conocido como Tejadillo de Cueva Horá.  Concavidad rocosa que actualmente es utilizada como abrigo para el ganado, y a la que llegamos a los 20 minutos desde el Charco del Negro.
Dejamos atrás varios pozos de nieve o "neveros", que fueron construidos en el pasado sobre un grupo de dolinas, en este caso, en la cara oeste del cerro de las Cabras, que servían para abastecer de hielo a Loja, según unos, o para cubrir el pescado que se transportaba por la “ruta de los Pescaeros”, según otros, y nos aupamos ya a la cima del Cerro de las Cabras. Cumbre que cuenta con un vértice geodésico (1.642,248 m.a.) construido en octubre de 1984,  máxima altura de nuestro recorrido, y al que llegamos en unos 30 minutos desde Cueva Horá. Pudiendo visitar en esta cumbre del Cerro de las Cabras, a escasa distancia de la caseta de repetidores, la que vimos antes del vértice geodésico, en dirección NNW, los restos de un campamento de maquis; así como otros en la cima de las cumbres de su alrededor, Cerro Frailes y de las Víboras. Campamentos que los maquis tenían en esta sierra, estratégicamente situados.

Y sobre el camino de los pasos, por este puro y auténtico lapiaz, destacar, tras ello, la cómoda pasarela de madera que han montado como alternativa del sendero. "Camino de madera" que nos conduce hasta un privilegiado mirador situado sobre el Tajo de las Buitreras, en donde han instalado paneles informativos con explicación del Karst de Sierra Gorda y cómo se van creando las distintas formas superficiales que vemos, principalmente el  lapiaz y las dolinas. Mirador en donde, justo debajo, tenemos las Majadas del Consumo y de Hoyo Sillero; las Casillas del Quejigal, de Corpas y del Buitre,  y Las Fuentes (Alta y Baja) como referencia. 

Pero volvamos a la que nos ocupa. Haciendo en esta zona, a la diestra del mirador, bajo los tajos, a la vera de un abrigo natural, la correspondiente parada para tomarnos el bocata.
Zona que seguidamente toca atravesar: una gran cañada, formada por un campo de dolinas. Tramo del recorrido que se puede hacer con alguna dificultad, pero sin problemas.
Le damos un pequeño rodeo al cerro del Trigo, en sentido contrario a las agujas del reloj, y vamos finalizando con nuestro especial recorrido hídrico. Topándonos seguidamente, para ello, tras salvar la última llanada, y ese baja y sube sin mayor importancia, con el Charco del Jabalí. Charco que anda situado al pie de un aislado y destacado promontorio rocoso, dominando la cañada con orientación sur. Como referencia decir que, más abajo se encuentran la Fuente y Cortijo del Espino; el Charco del Nevazo Largo  (el más grande de los charcos de esta Sierra, obviando nosotros su visita ya que hay que saltar una valla por 2 o 3 veces, e incrementando el recorrido en unos 3 km.); y el Charco del Cornillejo Bajo (situado entre los cortijos del Cortijuelo Alto y Bajo), en donde hubo instalado otro de los acuartelamientos de la Guardia Civil comentados, similar al del Charco del Ranchuelo. Láminas de agua estas, las tres visitadas hoy, de las que podéis ver, más abajo, en el apartado de "otros datos de interés",  las correspondientes fichas técnicas de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Zona en general que era atravesada por antiguas rutas camineras. Siendo la más conocida, comentada ya en el apartado de los "pozos de nieve", la  “Ruta de los Pescaeros”, que subía desde Loja, tomando el camino que por aquí se dirige al Llano de Zafarraya, y de allí, por el Boquete, hasta Torre del Mar;  o la “Vereda de Payarés”, una antigua vía pecuaria con la que nos cruzamos al principio del recorrido y por la que transitaremos seguidamente.
Vereda de Payarés, por la que ya caminamos, guiándonos un poco por las marcas de pintura, pequeños círculos de color verde sobre la roca,  ya que esta vereda está bastante perdida; volviendo por ella a nuestro punto de inicio y fin del recorrido, en donde teníamos los coches estacionados: la Majada del Cantón.